Charlotte Lola Dwight

Información Personal.

♦ Nombre: Charlotte Lola
♦ Apellidos: Dwight Spencer
♦ Edad: Aparenta dieciocho años, tiene 50.
♦ Fecha de Nacimiento: 24 de Diciembre de 1960.
♦ Orientación Sexual: Heterosexual.
♦ Procedencia: Liverpool, Irlanda.
♦ Ocupación/Trabajo: Estudia en el Spartans High School de Forks.
♦ Raza: Vampira Vegetariana.
♦ Don: Control silvestre; árboles, arbustos, flores, raíces, etc.

♦ Descripción Física:
Lottie es una chica menuda, y aunque con eso podríamos definirla casi del todo, mejor vayamos a la parte más larga. Es menuda, sí, pero no sólo es eso. Posée unas finas curvas que ella no piensa en remarcar, sinceramente, las ignora. Es delgada, y su peso está entre los cuarenta y cinco kilos y los cincuenta. Mide 1'62, y está orgullosa de ello. Sus piernas son largas y finas, aunque no las muestre demasiado. Su piel en general es pálida, como la de todo vampiro, de un tacto suave y de aspecto frágil. Nunca le ha dado importáncia a enseñar cuerpo -véase piernas, brazos, pecho, estómago-, pues siempre ha sido de las que pasaban de eso. Sus manos son pequeñas pero largas, con dedos finos y largos. De pequeña se mordía las uñas, pero ahora las lleva siempre a una medida perfecta para ella, pues odia que se le enganchen en la ropa.

Pero pasemos a su rostro: Su rostro es una obra de arte según lo que dicen algúnos. Su manera de expresarse, además de hablando o mediante cualquier otro medio posible, son sus caras. Siempre tiene una cara o mueca que mostrar, que puede hacerte reír, o puede hacerte llorar. Comenzemos por su cuello, largo y estilizado, pequeño. Su mentón es afilado, pero no demasiado, pues acaba más redondeado al final. Sus labios son finos, rosados y pequeños, con un volumen que no los hace desproporcionados ni diminutos, especiales. Su nariz es pequeña, respingona y está cubierta por algúnas pequitas adorables. Sus ojos, de un dorado encendido la mayoría del tiempo, dos orbes curiosos que observarán atentos todo lo que hace la naturaleza humana. Eso mientras no tenga sed, entonces son negros intensos y ardientes. Su cabello es rubio platino, algo más oscuro en la raíz, totalmente natural. En general se puede considerar como una muñequita, es muy frágil. Aparentemente, claro. pues siendo lo que es, la fragilidad no es mucha.


♦ Descripción Psicológica:
La personalidad de Charlotte está dividida en varias partes, cada una más extraña y especial que la otra. Es una chica soñadora, esa es su mayor cualidad. Es la que siempre sueña con mundos mejores, cuentos de hadas y príncipes azúles. Cuando se despista, lo hace pero bien. Desaparece, por así decirlo, a un mundo donde nadie puede molestarla u estropearle el momento, ahora bien, siempre ha pensado que si se pierde acompañada es más divertido. Es una muchacha encantadora y sonriente. Sincera y sincera, así es ella. No le gusta que la mientan. No lo hagas, ella no lo hará jamás, a ser posible. Es simpática, y siempre consigue hacer sonreír a los demás. Si no hace, la obsesión comienza, y no para hasta conseguirlo, pues es demasiado perseverante. Es curiosa a más no poder, siempre quiere saberlo todo de todos, saber qué pasa, cuándo, cómo, porqué y dónde. Se preocupa mucho por los demás, tanto que a menudo se olvida de ella misma.

La parte que predomina en ella después de ser soñadora, es una timidez que la acompaña a veces. No suele ser tímida, pero al conocer gente nueva le cuesta un poco sociabilizar porque teme no caer bien a la gente. Pero en el fondo sabe que no debe ser tan pesimista y tener más autoestima. Lo mismo ocurre con los chicos. Siempre acaba avergonzada y con la palabra enredada en las cuerdas vocales, sin saber qué decir. Cuando se da cuenta de que cae bien, es una chica totalmente diferente, que sabe cómo tratar con las personas. Nunca fue rebelde, pero sí ha tenido esos momentos en los que desobedecer las normas le parecía fantástico.

Es una chica muy empática, y siempre acabará descubriendo cómo te sientes. Si no lo consigue, hará lo posible por saberlo. Por lo general, con ella siempre podrás divertirte y ser tú mismo, pues ella prefiere eso a que la engañen, aunque es inteligente, y sabe cuándo le mienten. Es astuta, pero su aspecto de niña no te dará esa impresión. Es fuerte y decidida en algúnos casos, que no tengan que ver con el amor o con los desconocidos. Alguien con quien puedes pasar un buen rato si eres su amigo/a, pero con quien no debes meterte. No suele enfadarse, pero puede optar por no dirigirte la palabra o por gritarte hasta la saciedad. Aunque después se arreptienta, su orgullo no le dejará caer de nuevo. Por lo demás, ahí tienes a Lottie, preparada para lo que sea. Pero la peor parte es la parte que ella no quiere mostrar jamás a nadie, la parte sádica y asesina. Cuando tiene mucha sed, o cuando ésta la obliga a matar, Charlotte se transforma en la criatura de tus más horribles pesadillas, matando por placer, con descontrol. Esa no es ella, por eso siempre lleva esa máscara de felicidad. Suele ser algo desconfiada al principio por eso, por el simple hecho de no querer matar.


♦ Historia:
Nació en Liverpool, Inglaterra, un 24 de Diciembre de 1960. Su madre, una canadiense llamada Tiffanny, se mudó al Reino Unido cuando tenía veinte años. Comenzó a estudiar medicina en Oxford, convencida de que allí le iría muchísimo mejor. Y así fue, era una muy buena estudiante, e iba a Canadá de vez en cuando. En Oxford, tenía un pisito en el campus de su universidad, donde vivía con una chica demasiado superficial. Allí conoció a Arthur, que estudiaba medicina también. Tras unos meses de amistad, surgió lo -evidentemente- inevitable. Arthur y Fanny, como llamaban a la rubia canadiense, salieron juntos cinco años, y terminaron los estudios, para después casarse.

Tras un año de matrimonio, la pareja decidió que ya era hora de dejar descendéncia. Tiffanny acababa de perder a su madre, Rhonda, y aunque fue un golpe duro, pensó que un hijo para Arthur y para ella, además de para los padres de su marido, iría de perlas. Así pues, nació Charlotte, una niñita rubia y adorable que, por desgrácia, apenas conoció a sus padres. A los dos años de su nacimiento, sus padres viajaron en metro hasta el centro de Oxford porque debían asistir a una importante reunión. Ya nunca volvieron a casa. El metro descarriló, provocando una explosión en el túnel. Todo quedó destrozado, y apenas podían identificar los cuerpos. Tras el entierro, al cuál Charlotte no asistió, sus abuelos paternos se ocuparon de ella, en Liverpool, donde había nacido.

Charlotte creció siendo una huérfana, pero con unos abuelos que la trataban como a una princesa. Lo malo era que eran demasiado abuelos, y que siempre querían a su niña perfecta. Pero ella no quería ser perfecta, es más, era diferente. Como no lo entendían, procuró hacer lo que le dijeran, aunque a menudo lo pasaba por alto. Estudió y aprobó con muy buenas notas, queriéndose dirigir hacia la carrera de medicina. Tras cinco años después de que diera comienzo el instituto salió con un chico, el primero con el que salía en su vida. Se llamaba Roger, y era rubio, atractivo y especialmente egocéntrico. Pero a Lottie le picaba la curiosidad, hasta el punto en el que se enamoró de él. Roger la trataba muy bien, pero a menudo ponía excusas para no verla. Ella creía en "el amor de película", el cuál es el típico amor para siempre, con besitos y final feliz. Siempre creyó en eso, hasta que ocurrió lo peor. Un día, la rubia lo vio a la salida de su casa con una chica, más concretamente, "la chica". Miranda era la típica rubita súper popular de la ciudad, a la que todos adoraban, menos Charlotte, la cuál la ignoraba. Más tarde supuso que por eso Miranda había estado viéndose con su novio, pero tras dejar a Roger, su autoestima, siempre alto, comenzó a decaer, y temió que fuera por su forma de ser.

Pero no por eso cambió, eso jamás. Cambió de aires, se volvió más divertida, más suelta, y, por lo pronto, jamás volvió a enamorarse, o al menos lo intentó. Cuando cumplió dieciocho años, convenció a sus abuelos de que quería marcharse a Canadá a estudiar, pues había oído que allí tendría oportunidades. Ellos, tras deliberarlo, la dejaron marchar, aunque tuviera sólo dieciéis años. Lottie se quedó en la casa de su abuela Rhonda dejó en Canadá, una pequeña casa a en la zona residencial de Ottawa, la capital, donde ella viviría. Una noche, cuando volvía del empleo que había conseguido para pagarse los futuros estudios, tropezó con alguien, y cuando iba a disculparse, éste le tapaba la boca fuertemente con una mano. Lo último que pudo ver y oír en su vida humana fue un simple "volveremos a vernos, Charlotte", por parte del individuo. Pero no fue un adiós. Fue un hola, un comienzo. Un comienzo sangriento que a Lottie le costó más autoestima aún. Se consideró un monstruo, culpaba al individuo por no haberla matado cuando pudo, por haberla dejado así. Pero después de eso, aprendió que no sólo existía la dieta que se basaba en la sangre humana, y comenzó a beber sangre de animal. Así, durante treinta años, aprendió que podía convivir con humanos, aún controlandose, claro. Viajó por todo el mundo, buscando nuevos retos, nuevos descubrimientos sobre su nueva raza. Se mudó a Forks, pues le habían dicho que era un buen lugar para comenzar de nuevo, y no hacía sol casi nunca. Lleva un año allí, y de momento le va bien. Lo único que le preocupa es que le encantaría conocer al que la convirtió. No por odio o rencor, si no por descubrir la razón de que aquel individuo la conociese, de que pronunciase su nombre antes de hundir sus afilados dientes en el pálido cuello de Charlotte. Está estudiando en el instituto de Forks, donde espera llegar más lejos para poder sacarse la ansiada carrera de medicina.

Información Extra.

♦ Apodos: Lottie, Charlie, Lola, Loo, Rubia y ¡eh, tú!
♦ Gustos: La lluvia, el amor al más puro estilo del cine, la medicina, los colores fríos, leer, la naturaleza, su don y sonreír.
♦ Odios: No poder comer como una humana y los sonidos demasiado irritantes.
♦ Hobbies: Leer, pasear, correr entre los árboles, tocar el piano, hacer fotos y la medicina.
♦ Otros: Teme al amor, pero espera encontrarlo. Es demasiado soñadora, a veces se encapricha demasiado de las cosas, enamoradiza. Tiene algúnos problemas de autoestima. Siempre dice la verdad. Aún puedes notar el acento inglés de la muchacha. Suele saludar a la gente mediante besos en la mejilla, y estos suelen ser muy cálidos y sonoros. Así mismo, le gusta abrazar y besar a la gente como muestra de cariño. Es algo infantil, pero eso la hace adorable. Quiere encontrar al vampiro que le dio una nueva vida. Adora a los Beatles, pues nació en una época en la que estaban muy de moda. Tiene un montón de libros en su casa.